Romanos 8:29
“A los que antes conoció, también los predestinó para que fueran hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos”.
¿Cómo funciona su nariz? Los investigadores médicos admiten que no lo saben. Su nariz realiza un trabajo extremadamente inalcanzable. Siente moléculas invisibles en el aire y vuelve a cada molécula en una sensación única que es enviada al cerebro. ¡Si el hecho de que las moléculas flotadoras en el aire puedan ser detectadas sería un descubrimiento moderno, sería aclamado como el descubrimiento científico del siglo!
Los investigadores médicos sí saben que el techo de la cavidad de su nariz contiene alrededor de 10 millones de células que están conectadas directamente en el cerebro. El sistema nervioso que conecta sus células olfativas a su cerebro es tan grande y complejo que el área de su superficie es varias veces más grande que el área de superficie de su cuerpo. Los investigadores también saben que su sentido de olfato es importante para su sentido del gusto. Por ejemplo, esa es la razón por la que, cuando tiene un resfriado, el chocolate tiene un sabor a pasta cerosa sin sabor. En este caso lo que usted prueba en su boca tiene más que ver con lo que está sucediendo en su nariz que en su lengua.
Muchas criaturas, incluyendo los pájaros pueden sentir olores. Los agricultores que tenían dificultad con pájaros comiéndose hasta el 20% del alimento puesto en lotes de alimentos descubrieron que a los pájaros no les gusta el olor de uvas. Cuando rociaron los alimentos con el olor a uvas, los pájaros los dejaron en paz, pero al ganado no pareció molestarle.
Los investigadores también han aprendido que cada uno de nosotros tiene una “impresión de olor” única. Esto nos recuerda que cada uno de nosotros es un ser único, hecho por nuestro Creador porque Él quería tener una relación con nosotros.
Oración: Amado Padre, te agradezco por la riqueza que me da el regalo del olfato en mi vida. Tu provisión de tales ricas experiencias adicionales nos recuerda que Tú te preocupas por mi vida tanto aquí como en la eternidad. En nombre de Cristo Jesús. Amén.
REF.: Dawson, Jim. 1990. La nariz es ahora. Minneapolis Star-Tribune, 8 de noviembre. pág. 20A. Foto: Detalles de la Mona Lisa (PD)
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