El misterio de la inteligencia del pulpo

Salmos 92:5-6
“¡Cuán grandes son tus obras, Jehová! ¡Muy profundos son tus pensamientos! El hombre necio no sabe y el insensato no entiende esto”.

Los investigadores en los años de 1950 y ’60 establecieron que el pulpo es muy inteligente y que puede aprender varios patrones visuales. Los pulpos tienen cerebros muy grandes con grandes áreas reservadas para almacenar información. Una nueva investigación ha demostrado que son aún más inteligentes de lo que revelaron estudios anteriores. Estos hallazgos van en contra de la teoría evolucionista, que dice que la inteligencia evoluciona en los seres sociales para ayudarles a lidiar con relaciones sociales. El pulpo opera solo y no es un animal social.

A diferencia de otros animales, los pulpos utilizan una variedad de estrategias para resolver el mismo problema. Ellos pueden utilizar sus ocho brazos poderosos para abrir almejas o pueden taladrar a través de la concha e inyectar un veneno que actúa rápidamente. En el laboratorio, los pulpos mantenidos en aislamiento fueron dados una botella flotante de plástico. Los pulpos aburridos rápidamente ingeniaron una variedad de juegos para jugar con la botella, una segura seña de inteligencia.

El Creador le dio al pulpo la habilidad de aprender mucho para así poder lidiar con su forma de vida inusual. Los pulpos empiezan su vida en un diminuto plankton que van a la deriva con las corrientes del océano. Cuando finalmente se establecen en el fondo, se encuentran a sí mismos en cualquiera de los muchos hábitats provistos por el océano y enfrentan una variedad de predadores y fuentes de alimentación. Por lo tanto su Creador los diseñó con la habilidad de aprender como adaptarse a una gran variedad de hábitats y situaciones.

Oración: Señor, ayúdame fielmente a utilizar la inteligencia que Tú me has dado. Amén.

Ref: Página del cefalópodo (en línea). Cortesía de Albert Kok. Licenciado bajo la licencia Creative Commons Atribución-Compartir Igual 3.0 Unported.