La verdad sobre el ADN del Neandertal

Hechos 17:26
“De una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres para que habiten sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos y los límites de su habitación…”

En 1997 algunos científicos recuperaron el ADN mitocondrial del hueso de la pierna del hombre de Neandertal. Luego de compararlo al ADN mitocondrial humano moderno, declararon que el hombre de Neandertal al fin y al cabo no era humano. Esto elegantemente lo volvió a mover a la categoría de mono-hombre, pero necesitamos observar esta afirmación más cercanamente.

Los esqueletos neandertales tienen el mismo número de huesos que los nuestros. Es cierto que sus huesos eran más gruesos y fuertes que los nuestros. Sus cuerpos también eran más robustos y, típicamente, sus brazos y piernas eran más cortas en proporción al resto del cuerpo. Sin embargo, estas diferencias también se encuentran en humanos modernos que viven en climas fríos, como lo hicieron muchos neandertales. En un clima frío un cuerpo más robusto y extremidades más cortas reducen la pérdida del calor corporal. Los neandertales que vivían en climas más cálidos tenían brazos y piernas más largos. Sabemos de por lo menos 36 instancias donde los neandertales enterraban a sus muertos, a menudo con flores y otros objetos sugiriendo una ceremonia religiosa. Una tumba neandertal también contenía una pequeña flauta de hueso. Ningún animal hace herramientas para utilizar en hacer herramientas más complejas, pero el neandertal sí. El hecho simple es que el ADN del Neandertal está al final del rango moderno humano.

Todos los seres humanos, incluyendo el neandertal, fueron creados por Dios. Lo que nos separa de los animales es que Dios envió a Su único Hijo para morir por nosotros para que, creyendo en Su salvación, podamos tener vida eterna.

Oración: Ayúdame, amado Señor, a amar a todas las personas que Tu has hecho como Tu lo haces. Amén.

Ref: Impact (ICR), 5/00, “¡Los neandertales siguen siendo humanos!” Foto: Cráneo de neandertal descubierto en 1908 en La Chapelle-aux-Saints (Francia). Cortesía de Luna04. Licenciado bajo la licencia Creative Commons Atribución-Compartir Igual 3.0 Unported.