¿Ningún latido del corazón? No se preocupe

I Crónicas 16:24
“Cantad entre las gentes su gloria, en todos los pueblos sus maravillas”.

Los evolucionistas dicen que las características únicas de un animal se desarrollaron porque estas características únicas dan al animal algunos beneficios de supervivencia. Exactamente que podrían ser estos beneficios, pues están abiertos a interpretación, y a veces la explicación es poco clara. Así también, a veces la explicación simplemente no funciona.

Tal es el caso de las iguanas marinas de las Islas Galápagos. Estas iguanas son excelentes nadadoras y buscan bajo el agua mucho de su alimento. Sin embargo, cuando están bajo el agua son vulnerables a la cadena alimenticia marina. Los tiburones encuentran a las iguanas marinas muy sabrosas. Con su audición sensible, estos predadores pueden escuchar el latido del corazón de una iguana escondida a 12 pies (3,70 metros) de distancia. Así que parte de la defensa de la iguana es el parar su latido del corazón voluntariamente. Sorprendentemente, la iguana puede mantener su corazón parado hasta 45 minutos sin sufrir ningún mal efecto.

Los evolucionistas explican que esta habilidad evolucionó porque le da a la iguana una ventaja de supervivencia en aguas infestadas por tiburones. Obviamente, la habilidad de una criatura de parar su corazón durante tanto tiempo requiere algunas modificaciones internas grandes. ¡El creer que la iguana sabía de todos los cambios que necesitaba para intencionalmente parar su corazón por 45 minutos sin morir requiere un gran salto de fe! Sin embargo, esta explicación evolucionista simplemente no funciona. El Dragón de Komódo también puede parar su corazón. Para el Komódo ésta habilidad no provee ninguna ventaja de supervivencia, ya que estas grandes lagartijas no tienen ningún enemigo natural.

Estas lagartijas recibieron sus habilidades especiales de su sabio Creador. Sus habilidades especiales le glorifican a Él, y no a una evolución sin discernimiento.

Oración: Amado Señor, Tus obras me llenan de admiración. Te glorifico como mi Salvador. Amén.

Notas: Science Frontiers, 3 4/00, p. “Tapones del corazón”. Foto: Iguana marina en las islas Galápagos. Cortesía de Marc Figueras. Licenciado bajo la licencia Creative Commons Atribución-Compartir Igual 3.0 Unported.