Génesis 1:11
“Después dijo Dios: ‘Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé semilla; árbol que dé fruto según su especie, cuya semilla esté en él, sobre la tierra’. Y fue así”.
Los diferentes tipos de criaturas, tienen diferentes tipos de formas de cuidar de sus críos. El padre caballo de mar es el que porta los huevos hasta que nazcan. Las madres avestruces ignoran por completo a sus huevos y pichones, dejando todo el cuidado al padre avestruz. Aunque, estos ejemplos nos pueden parecer extraños, por lo general nos parecería aún más extraño si algunas madres plantas cuidasen de sus críos. Sin embargo, se han encontrado dos diferentes especies de plantas donde la madre planta en realidad sí ayuda a que sus semilleros sobrevivan.
Ambas plantas, viven en un ambiente montañés seco y de frío áspero, al oeste de Norte América. Una de las plantas es un cardo; la otra es la planta monumento. Ambas plantas viven por décadas, creciendo sólo un poco cada año. La madre planta guarda energía y almacena agua constantemente. Cuando llega el momento de florecer, ambas plantas sacan un tallo de flor alto. Una vez que las semillas están maduras, la planta cae muerta. Las semillas no se dispersan, sino que se esconden en la vegetación de la madre. Cuando la mamá empieza a descomponerse, las semillas empiezan a germinar, utilizando toda el agua que su madre planta les almacenó. Además, mientras crecen bajo la protección de los restos de la madre, las semillas no tendrán que competir con mamá. Los científicos que estudiaron los ritmos de crecimiento de semillas de ambas plantas concluyeron que el agua almacenada por la madre planta provee una gran ventaja para sus semillas. Las protegidas semillas monumento sobrevivieron dos veces más que aquellas sin protección. Las semillas de cardo sobrevivieron cuatro veces más al ser protegidas. Dios cuida de todas sus criaturas y las madres son un medio que Él utiliza para cuidar de nuestras necesidades cuando somos pequeños. ¡Esto es verdad incluso con algunas plantas!
Prayer:
Padre, Te agradezco por mi madre. En nombre de Cristo Jesús. Amén.
Notes:
S. Milius, Parental Care Seen in Mountain Plants, Science News, v. 154, July 11, 1998, p.20
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