Salmos 119:103
“¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! ¡Más que la miel a mi boca!”
Estos días escuchamos muchas advertencias que nos dicen que no comamos esta comida, que está llena de colesterol o aquella comida, que está cargada de grasa. Es fácil llegar a la conclusión que la maldición del pecado ha vuelto a toda la creación en contra nuestra. Pero Dios es un Dios de misericordia. Él nos ha dado la habilidad de aprender acerca de muchas de las comidas y medicamentos beneficiosos que Él ha creado.
Un buen ejemplo de esto es el Xylitol, también conocido como azúcar de abedul. Antiguas investigaciones mostraron que el azúcar de abedul, utilizado más en Europa que en América como endulzante, inhibe el crecimiento de la bacteria que causa la caries dental. Los investigadores en Finlandia se preguntaron si la azúcar de abedul inhibía cualquier otra bacteria. Por lo que dieron a un grupo de niños pre-escolares goma de mascar basada en sacarosa y a un grupo similar goma de mascar de abedul cinco veces al día. El grupo que utilizó la goma de mascar del azúcar de abedul tuvieron tan sólo la mitad de las infecciones de oídos. Los científicos no están seguros como la azúcar de abedul reduce las infecciones de oído. Pero sospechan que de alguna manera previene que la bacteria que causa las infecciones se adjunte a las células de la boca y del oído. Si esto es lo que sucede, hay un bono adicional. Ya que la azúcar no ataca a la bacteria directamente, pues es improbable que la bacteria desarrolle algún tipo de defensa contra ella.
En Su misericordia, Dios nos ha dado más que tan sólo soluciones a nuestros problemas en esta vida. A través de Su Hijo, Jesucristo, Él nos da el perdón de los pecados y la vida eterna. Y a través de Su Palabra, Él nos dice lo que significa la salvación.
Prayer:
Me regocijo en Ti, amado Padre, porque Tú eres misericordioso en todas las cosas. Tu Palabra salvadora es más dulce que la miel. Amén.
Ref: N.S., Un azúcar evita algunas infecciones de oído, Science News, v.154, p.287, 31 de octubre de 1998. Foto: Cristales de xilitol. Cortesía de Anders Østergaard Madsen. (CC-BY-SA 3.0)
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